¿Sabéis lo que es vivir con una tenaza al cuello, ahogándoos todo el tiempo? Yo sí. Se llama nudo en la garganta, y su madre es la angustia.
Sin oxígeno, las células mueren. Puedes aguantar sin respirar más o menos, pero si no coges aire llegado a un límite, no perdurarás.
Mi tenaza, lejos de abrirse, parece cerrarse en torno a mi yugular más y más.
Y día tras día, al despertar, al levantarme de la cama, al caminar, al hablar, al mirar fijamente a un punto en la lejanía que nadie más ve, una pregunta martillea mi mente sin cesar:
¿Hasta cuándo?
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